El exceso de grasa favorece la aparición del cáncer de mama, útero, páncreas, vía biliar, riñón y esófago. Y la falta de ejercicio físico contribuye a sufrir cáncer de recto, mama, útero y de colon. Después del tabaco, la segunda causa de cáncer es una mala alimentación. Uno de cada tres podría evitarse modificando los hábitos de nuestra dieta.
De cada diez pacientes con cáncer, tres tienen desnutrición. A la falta de apetito se le une un gran desgaste por la propia enfermedad, y eso dificulta la administración de los tratamientos. La desnutrición debilita y dificulta administrar un tratamiento idóneo frente al cáncer. Los efectos causados por la quimioterapia son a su vez causa fundamental de desnutrición.
El cáncer más frecuente es el de colón y se relaciona con una mala alimentación. La forma de evitar su incidencia, es beber más agua, tomar más fibra y hacer ejercicio. Un libro práctico, ‘Comer para prevenir el cáncer’, basado en la experiencia de una médico con sus pacientes y de una cuidadora, especialista en nutrición, con su madre enferma de cáncer, nos enseña trucos a la hora de hacer la compra. Por ejemplo, destaca que en el carrito de la compra no deben faltar las frutas y verduras. También, aconseja cómo comerlas y da trucos que evitan, por ejemplo, el malaliento o las flatulencias.
Otras de las recomendaciones recogidas en el libro son el consumo de pescado azul y evitar abusar de las carnes rojas, la comida envasada, las ‘chacinas’ y la bollería industrial. Un libro que se adapta a los mercados y que confecciona menús con alimentos de temporada proponiendo una dieta de 1.800 calorías.
Todas las recomendaciones están basadas en estudios científicos, por ello ha recibido el parabién de la Sociedad Española de Oncología. Un libro que no solo es para pacientes, sino que es para todos.