El ensayo Cunas, tumbas y huellas escrito por el magistrado Luis Roda García ha obtenido el XXVI Premio Internacional de Ensayo Jovellanos, que convoca cada año Ediciones Nobel. La obra galardonada es un viaje a los recuerdos y la cultura inmanente de dos personas que recorren la historia, los mitos, la literatura y ciertos paisajes.
El jurado del Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2020 ha elegido esta obra ganadora entre las 149 que se han presentado en la edición de este año. El Premio cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Gijón y Caja Rural de Asturias, y desde esta edición con la incorporación de la Fundación Ramón Areces, y está promovido por Ediciones Nobel. Dada su dotación de 9.000 euros es uno de los más prestigiosos en esta categoría en lengua española.
Según el jurado, que ha elegido la obra por unanimidad entre las finalistas, Cunas, tumbas y huellas es un ensayo en el que, a partir del modelo del libro de viajes, su autor, desplegando erudición y cultura, recrea lugares legendarios y sus protagonistas, con potencia evocadora de paisajes y, a la vez, sentimientos, consiguiendo con todo ello un tempo original expresado en excelente literatura.
Cunas, tumbas y huellas trata de la búsqueda de la belleza, de la reseña de lo insólito y mágico, y, sobre todo, de prestar atención a la singularidad del temperamento y el alma de los protagonistas de cada capítulo, cuyo legado ha contribuido a enriquecer, directa o indirectamente, el patrimonio cultural y espiritual europeo, como faros que aportan una luz necesaria a la turbulenta historia de este pequeño y poco importante planeta que, de momento, sigue girando en torno a una estrella de segundo orden.
El autor
Luis Roda García nació en Mieres el 13 de junio de 1951, done vivió hasta los diecisiete años. Guarda excelentes recuerdos de la enseñanza primaria y secundaria que recibió.. Como Juez y Magistrado desarrolló toda su vida profesional entre Gipúzcoa y Asturias, y se propone concluirla en Gijón cuando llegue el momento. Aficionado a viajar, leer, escribir, escuchar música y a hablar de cualquier cosa con su esposa, Cristina, es de esas personas que, sienten que la vida empieza otra vez.