Coincidiendo con el bicentenario del nacimiento de Concepción Arenal, El País ha publicado en su suplemento cultural Babelia un artículo donde se pasa revista a las principales publicaciones que se han realizado sobre la fundadora del Trabajo Social en España durante los últimos meses. Entre ellas no podía faltar el libro que Ediciones Paraninfo y el Consejo General de Trabajo Social han editado en comandita, Concepción Arenal. Reformadora moral y social desde la compasión. El artículo lo destaca como especializado en la etapa en la que Arenal trabajó dentro de las cárceles y reivindicó que se reforma el Código penal y que los presidios cumplieran un papel de reinserción social.
En esta obra sus autores explican que Concepción Arenal fue la primera trabajadora social de España. Sus huellas como visitadora social las encontramos en las primeras promociones de trabajadoras sociales españolas que, a falta de arsenal técnico y metodológico básico, se caracterizaron por una fuerte orientación ética y reformista. Inicialmente, Arenal se inspiró en las propuestas de intervención social de San Vicente de Paúl, pero fue capaz de ir más allá gracias, en parte, a una red nacional e internacional de amigas y amigos “de inteligencia y de corazón” que le permitió sintonizar con el “sentimiento de humanidad” universal que tantos desvelos le originase. Tales son los vestigios que hallamos del sello arenaliano en las formadoras de las primeras promociones de trabajadoras sociales en España.
